El 29 de septiembre TODOS A LA HUELGA
Aprovechando el estreno de la selección en el Mundial, el pasado 16 de junio el Gobierno impuso por decreto su Reforma Laboral. Una reforma con la que se abaratará el despido, ampliando a toda la clase obrera el contrato de 33 días, y permitiendo que las empresas puedan deshacerse de empleados “por razones económicas”, pagándoles de indemnización tan sólo 20 días por año trabajado (hasta ahora eran 45; la pérdida para los trabajadores es considerable), alegando que su situación económica no es todo lo buena que quisieran. Eso sí, no les faltan subvenciones pagadas por todos, ni nuestros sueldos son un gran problema para sus beneficios, ya que con el nivel de paro que han generado acabamos todos aceptando “salarios” de miseria y dando las gracias. Lo curioso es que nos intentan convencer prometiéndonos que abaratando el despido no se destruirá empleo. Además de una mentira clarísima, es un chantaje en toda regla: o aceptamos lo inaceptable, o nos quedaremos sin curro. Eso sí, los políticos y los expertos economistas tienen su puesto y su sueldazo asegurados…
La Reforma Laboral se aprobaba unos días después del recorte salarial a los funcionarios. Una estrategia bien pensada para primero dividirnos a los trabajadores (de los sectores público y privado), y después clavarnos la puñalada de noche y por la espalda. Tenían que ser “responsables” y qué mejor manera que separarnos y evitar que nos demos cuenta. Esto da que pensar: saben perfectamente que sus medidas impulsan los beneficios de empresas y bancos a costa de nuestras condiciones de vida. Nadie lo sabe mejor que ellos mismos.
Ante esto, los sindicatos UGT y CCOO han convocado para el próximo 29 de septiembre una Huelga General. Esta convocatoria es cierto que llega tarde y puede responder más a sus intereses burocráticos que a los de la clase obrera. Si fuese una respuesta a nuestra situación, sumada a los ataques en forma de recortes y reforma, ya llevaríamos meses de movilizaciones serias. De hecho, el enfrentamiento a las medidas antiobreras ya es una constante en países como Grecia, y en Francia e Italia no se ha esperado al 29 de septiembre para ir al paro total. Incluso hubo el 29 de junio una Huelga General en Euskadi.
Independientemente de la credibilidad y el oportunismo de los sindicatos, debemos ir a la huelga el 29-S. La convocan los sindicatos, sí, pero somos los trabajadores, con nuestra decisión, quienes tenemos en nuestras manos permitir los ataques del Gobierno y la Patronal a nuestros intereses, o bien demostrarles que no van a poder seguir adelante con esta batería de medidas antiobreras. La convocatoria es de los sindicatos; lo que está en juego son nuestras condiciones de vida. O vamos a la huelga, o se llevarán a cabo los recortes y las reformas que precarizan aún más nuestras vidas. Si pensamos que para frenar las medidas del Gobierno basta con quejarse y maldecir, la llevamos clara. Hay que plantarse, parar la máquina de hacer beneficios, demostrar nuestra fuerza y nuestra rotunda negativa a ser tratados como ganado. Es la única manera de hacer fracasar los planes del Gobierno y la Patronal. Que “arrimen el hombro” de una vez.
La huelga de los trabajadores del Metro de Madrid debe ser un ejemplo para el resto de trabajadores de este país. Se han atrevido a desafiar a la Comunidad de Madrid, que pretende reducir considerablemente sus salarios violando el convenio colectivo; han perdido días de sueldo y se han arriesgado mucho, incumpliendo unos servicios mínimos abusivos que impiden que se note cualquier protesta de los trabajadores. Lo tienen difícil y tienen enfrente a los medios de comunicación, que hábilmente logran la desunión de la clase trabajadora llamándolos “privilegiados”, “irresponsables” e “insolidarios”, por querer hacer respetar su salario y su convenio.
Del mismo modo que la lucha está en la calle y en el trabajo, y no en el parlamento, nuestra fuerza se demostrará con nuestros actos, y no con las decisiones tomadas por las burocracias sindicales. Vayamos a la huelga todos el 29-S y desbordemos las expectativas de los sindicatos. Que vean que la clase trabajadora de este país no se deja torear más por quienes ya llevan un tiempo empeorando nuestras condiciones de vida, estabilidad emocional y salud mental.
A los trabajadores no se nos toma más el pelo. Ante sus chantajes y los ataques a nuestros intereses:
Ante esto, los sindicatos UGT y CCOO han convocado para el próximo 29 de septiembre una Huelga General. Esta convocatoria es cierto que llega tarde y puede responder más a sus intereses burocráticos que a los de la clase obrera. Si fuese una respuesta a nuestra situación, sumada a los ataques en forma de recortes y reforma, ya llevaríamos meses de movilizaciones serias. De hecho, el enfrentamiento a las medidas antiobreras ya es una constante en países como Grecia, y en Francia e Italia no se ha esperado al 29 de septiembre para ir al paro total. Incluso hubo el 29 de junio una Huelga General en Euskadi.
Independientemente de la credibilidad y el oportunismo de los sindicatos, debemos ir a la huelga el 29-S. La convocan los sindicatos, sí, pero somos los trabajadores, con nuestra decisión, quienes tenemos en nuestras manos permitir los ataques del Gobierno y la Patronal a nuestros intereses, o bien demostrarles que no van a poder seguir adelante con esta batería de medidas antiobreras. La convocatoria es de los sindicatos; lo que está en juego son nuestras condiciones de vida. O vamos a la huelga, o se llevarán a cabo los recortes y las reformas que precarizan aún más nuestras vidas. Si pensamos que para frenar las medidas del Gobierno basta con quejarse y maldecir, la llevamos clara. Hay que plantarse, parar la máquina de hacer beneficios, demostrar nuestra fuerza y nuestra rotunda negativa a ser tratados como ganado. Es la única manera de hacer fracasar los planes del Gobierno y la Patronal. Que “arrimen el hombro” de una vez.
La huelga de los trabajadores del Metro de Madrid debe ser un ejemplo para el resto de trabajadores de este país. Se han atrevido a desafiar a la Comunidad de Madrid, que pretende reducir considerablemente sus salarios violando el convenio colectivo; han perdido días de sueldo y se han arriesgado mucho, incumpliendo unos servicios mínimos abusivos que impiden que se note cualquier protesta de los trabajadores. Lo tienen difícil y tienen enfrente a los medios de comunicación, que hábilmente logran la desunión de la clase trabajadora llamándolos “privilegiados”, “irresponsables” e “insolidarios”, por querer hacer respetar su salario y su convenio.
Del mismo modo que la lucha está en la calle y en el trabajo, y no en el parlamento, nuestra fuerza se demostrará con nuestros actos, y no con las decisiones tomadas por las burocracias sindicales. Vayamos a la huelga todos el 29-S y desbordemos las expectativas de los sindicatos. Que vean que la clase trabajadora de este país no se deja torear más por quienes ya llevan un tiempo empeorando nuestras condiciones de vida, estabilidad emocional y salud mental.
A los trabajadores no se nos toma más el pelo. Ante sus chantajes y los ataques a nuestros intereses:
TODOS A LA HUELGA EL 29-S
Gaceta Proletaria: La Abeja Obrera
Sindicato de Oficios Varios de Guadalajara -- CNT/AIT
Grupo Anarquista Raíces