18 de febrero de 2010

Guadalajara en crisis: O te organizas, o te organizan…

Guadalajara en crisis:
O te organizas, o te organizan…
Las crisis son necesarias e inevitables en el capitalismo. No hay más que observar la historia para ver que lo que se presenta como prosperidad y "alto nivel de vida" lleva en su seno las condiciones que van a convertir el "sueño" en una pesadilla. La etapa dorada del dinero fácil ha terminado y nos encontramos en una crisis capitalista provocada por la reducción en la tasa de beneficios. Esto da lugar a lo que nuestros queridos sindicalistas llaman destrucción de empleo, es decir, despidos, y a la precarización (aún mayor) de nuestras condiciones de vida. Es decir, es necesario apretarnos más las tuercas.
Los EREs y despidos selectivos, así como la flexibilización del mercado de trabajo, los contratos de prácticas y de becas tienen como objetivo intensificar la explotación de la fuerza de trabajo, o sea, explotarnos más, para así volver a la senda que nos llevará al cielo prometido por políticos y economistas. Es pura matemática, y si hay que restar, se hace en nuestros bolsillos. Y todo esto, por nuestro bien.
La reestructuración de todo el tejido industrial y del sector servicios en nuestra provincia o, lo que es igual, la carga de los problemas del capitalismo sobre los trabajadores, se lleva a cabo con la inestimable ayuda de los sindicatos. Estos pretendidos representantes de la clase obrera dejaron claro su papel en los Pactos de Toledo, y lo hacen de nuevo en cada conflicto laboral. Tanto, que de vender obreros (su tarea en la democracia) han pasado a venderse completamente, a ser meras empresas de servicios que ofertan cursos a base de subvenciones y en colaboración con la patronal. Todo con la excusa de que ya no tiene sentido la lucha obrera, pues ahora somos todos ciudadanos y viajamos en el mismo barco… Nos han vendido y lo seguirán haciendo como a los trabajadores de AVICU, ECESA (Poveda de la Sierra), Menaje del Hogar... Los representantes de CCOO y UGT en la empresa Menaje del Hogar (un ERE de 95 trabajadores) recibieron cada uno 6.500 euros por su buen trabajo en las negociaciones. Y así, tantos otros casos de mercadeo sindical.
El sindicalismo se ha probado ineficaz si su objetivo no era lograr fuertes apretones de manos, firmas en extensos y vacíos acuerdos y suculentas cenas de lujo, así como desmovilizarnos y marear la perdiz para que perdamos toda esperanza. Por ello, creemos que es necesario que los explotados dirijamos la lucha por la satisfacción de nuestras propias necesidades, contra los ataques del capital y por la mejora de nuestras condiciones de vida, sintiendo el conflicto del vecino como propio, precisamente porque cada ataque a los intereses de un proletario afecta a toda la clase obrera.
Pensamos que la posición de los trabajadores en cada conflicto debe ser defendida por los trabajadores mismos, organizados en asambleas y con delegados revocables en todo momento. No tiene sentido lamentar la mala gestión de los conflictos por parte de los sindicalistas si no estamos dispuestos a hacernos con el control de nuestros propios asuntos. Tan sólo la práctica real de la solidaridad y la unidad entre explotados posibilita la victoria. Los ataques que emprende la patronal contra los trabajadores sólo los podemos detener y devolver los propios trabajadores organizados en asambleas cuyas decisiones sean soberanas y tengan el respaldo solidario de grupos formados por otros proletarios (amigos, familiares, vecinos, estudiantes, parados, trabajadores...), para lo cual es necesario que aprendamos a decir "esta boca es mía".

Hombro con hombro,
por nuestro bien

Frente a los despidos y la precariedad,
¡ORGANÍZATE y LUCHA!
Por las asambleas. Contra los sindicatos.